Mami... ¿Porqué el señor se viste de mujer?

Mientras el grupo cómico Les Luthier cumplía con su habitual cábala de traer las primeras funciones de un flamante espectáculo, en este caso" Los Premios Mastropiero", a nuestra ciudad y los miembros del show internacional (pero criollo, ¿Se entiende?) De La Guarda ya prepara los arneses para revolearse por los techos de Newell's a fin de mes; a mi se me dio por romper esta racha de delicias culturales presenciando una de las pocas obras rosarinas a la que vale la pena faltar: Desbordadas.
Y fue casi sin querer que les pregunté a mis viejos si podía acompañarlos. Lo que había sido un comentario inocente se materializó en una tercera entrada. Ahí estaba yo entonces en la noche del sábado electoral, haciendo cola por calle San Lorenzo, pronta a entrar al teatro Broadway que, vale la pena agregar, estaba a sala llena.
Confieso que las expectativas eran escasas, pero la predisposición era tan grande que ni el frio polar la podía opacar.
A las media hora de haber empezado el "chow" me di cuenta que quizás había cometido el error de sobrestimar mi predisposición... zas.

El espectáculo se redime a 5 puntos:

1. Si ustedes no saben como masturbarse o masturbar a un hombre, les basta con ver a Gustavo Sosa en cualquier momento, en cualquier sketch, en cualquier lugar, en cualquier situación, en cualquier chiste que se dé durante las dos horas (Sí, dos horas...) que dura Desbordadas.
2. Antes de empezar el show dan una breve explicación sobre lo que son y lo que no son. Son transformistas (Hombres que se disfrazan de mujer), no son travestis (¿O sea no tienen tetas? ¿O sea no quieren ser mujeres? O sea, ni yo ni ellos entienden lo que son, pero se los veía felices...)
3. Longos minutos dura verlo a Leonardo Ronco (una pérdida de hombre para las heterosexuales) hacer playback con tres canciones de dudosa procedencia. ¿Vieron cuando uno agarra el desodorante y se pone enfrente del espejo imitando un talento que nunca tendrá?... bueno, lo mismo, nomás que ellos cobran $10 la entrada. Momento incómodo: Se que es un detalle, pero escupía mientras cantaba. Obvien las dos primeras filas.
4. Excelente las imitaciones de Liza Minelli y Silvia Suller (En este caso cantando una inédita: "El Chizito"*) por parte de Marcelo Ponzio (El único salvable) pero... ¿¿¿Necesidad que sean después de los playbacks???
5. Si todavía les cuesta hacerse una imagen sobre el espéctaculo aquí les va un dato certero:

HOMOSEXUALIDAD + TRAVESTISMO + MIDACHI = DESBORDADAS

La entrada, como les comenté, salió $10. La cara de desconcierto de las setentonas (que habian llegado allí por accidente supongo) y de las madres que habían llevado a sus inocentes infantes a verlos cada vez que Sosa masturbaba un falo fantasma sobre el escenario, no tienen precio.

Más divertido que las dos horas en el Broadway deben haber sido las explicaciones que les tuvieron que dar a los purretes...

Juro que la canción existe, en próximas entregas la letra completa