lunes, diciembre 25, 2006

El Bajo jo jo jón

En el afán de estirar mi tierna infancia y disipar mis ya nacientes sospechas de la inexistencia de Papá Noel, mis tutores aceptaron el ofrecimiento de una vecina, en la tarde de aquel domingo 24 de diciembre de 1989
La mujer, que vivía en la esquina de la casa de mi tía María y que evidentemente no tenía nada mejor que hacer, tuvo la norteamericana ocurrencia de comentarle a mi madre que se disfrazaría de Santa Claus llevada quién sabe porque idea del demonio.
El caso es que mi inocente madre obviamente aceptó el aparentemente gentil ofrecimiento de la vecina, que además de malvada era docente (dos características que generalmente van de la mano), de ser ella quien, toda enfundada de rojo, me lleve los regalos esa noche.
Llegaban las 12 y yo, que con mis cuatro añitos cabeceaba pero no me rendía, mantenía la mente fresca y fija en mis dos objetivos: Papá Noel y los regalos, en orden invertido en realidad... Mi escasa experiencia me había enseñado que el primero nunca se dejaba ver, pero que lo segundo era prueba irrefutable de su paso. Además seamos sinceros, para viejos ya lo tenía a mi abuelo y materialista fui siempre, para qué los voy a engañar…Desde ya que nada sabía del prodigio que mis familiares me obligarían a presenciar momentos después.

  • Encuentros cercanos

-Vamos a buscar los regalitos- me susurró al fin mi papá. Mis pequeños y facinerosos ojos brillaron, mientras pegaba un salto del seguro regazo paternoy corría toda enredada en los volados de mi vestidito rosa con dirección al árbol.
Me frené en seco apenas divisé el bucólico abedul de plástico–que, tras gritos y llantos, me habían dejado armar sin ayuda… imaginarán lo pintoresco que estaba-. Un individuo desconocido de extrema delgadez disfrazado de Papá Noel manoseaba mis regalos, que llevaba en una bolsa negra. Pegué un grito y le empecé a rogar "upa" a mi papá.
La vecina + traje navideño habían dado como resultado a un tristísimo y paupérrimo Santa Claus raquítico, con barba de algodón Estrella y labios pintados de rojo. Nada más alejado a mi idealización de niña.
Lo de la extrema delgadez podía llegar a tener una explicación, después de todo estábamos en plena crisis económica y a escasos cinco meses de que Menem cambiara la política monetaria, hambre teníamos todos. Lo que no tenía ninguna excusa era su tono de voz.
Al verme notablemente alterada, el coso se me acerco y me dijo que tenía un regalo para mí (Sospeché que me había robado el resto), con la voz más irritante, aguda, y contraria al espíritu navideño que se pueda tener. Parecía que, en un ataque de rencor, uno de los renos le había hincado el diente en uno de sus testículos. Tan extraña era que tíos, abuelos y primos dieron un paso atrás, ni bien la escucharon.
Tuvimos un instante de tregua cuando me alcanzó el ALF (Alien Life Form, ¿Sabían?) de peluche, pero sin más regalos no había más interacciones. Yo aprecio la buena acción de la vecina, pero se podría haber compenetrado un poco más en el personaje ¿no?. Un almohadón en la barriga, y decir dos boludeses con un tono de voz de fumador hubieran quitado un trauma a mi larga lista. Además, ¿qué necesidad de hacer física una fantasía infantil? ¿ No sabían mis mayores que yo era feliz imaginando a Santa Claus regordete, risueño y paternal... y generoso?
El extraño se fue sin trineo y sin "jojojos", tal como pude constatar ni bien cruzó el umbral. Lejos de alterar mis sospechas, el episodio sólo acrecentó mi desconfianza en la humanidad en general y en mis padres en particular.

  • ¿A mí con esas cosas?

Por un lado descubrí que ciertas personas se dedicaban a utilizar la identidad de un indefenso abuelo explotado durante 24 horas en situaciones infrahumanas, con el sólo objetivo de embaucar a niños y quedarse con sus regalos. No me cabían dudas de que el flaco se había hecho del restos de mis presentes, porque si bien no había sido una bueña niña, estaba muy conciente de que las maldades de los 365 días previos habían sido muy bien orquestradas e indetectables.
Además descubrí que mis padres o bien me subestimaban o bien yo los había sobrestimado. ¿Habían contradado a un actor de cuarta para limpiar su culpa por la escasa variedad de opciones lúdicas que recibí aquella navidad? Barato, fue el principio de una difícil pre adolescencia. Mucho cuidado entonces.

Quizás no hubieran intentado nada de eso si hubieran conocido la fuerza de mi ilimitada fe . Cual cristiana en Imperio Romano, era perseguida por primos y compañeritos del jardín de infantes intentando convertirme en una no creyente. Nada sabían de que me ataría a un sentimiento inquebrantable y espiritual: el amor por los regalos.

El resto de las navidades transcurrieron sin grandes altibajos. Lo de siempre: la frustración de mi padre por esos tristes fuegos artificiales que tanto dinero le costaron, la ensalada de frutas que nadie quiere hacer, el inquebrantable espíritu navideño de mi hermano, y los ataques místicos de mi madre rogando sin grandes soportes científicos que no peleemos, que es navidad

2 Acotaciones:

Blogger Paco Achaval tiene la palabra:

Grande DIOSA !, me alegra verla de nuevo en la ruta de sus ácidas ironías, je, je

Tienes un error de tipeo donde dice "Había contradado a un actor" o mis hojos ya reflejan cualquier cosa?

17/1/07 4:23 p. m.  
Blogger Testiculo Izquierdo tiene la palabra:

Estamos a punto de presenciar la muerte de uno de los más emblemáticos signos histórico culturales de la ciudad de Rosario. El Cine El Cairo, podría cerrar sus puertas para siempre.
El edificio histórico fue puesto a la venta por sus dueños, motivo por el cual la Compañía Monumental (actual gerenciadora del cine) podrá seguir alquilándolo hasta el mes de junio, mes en que vence el contrato. El precio del inmueble: 700.000 dólares, cifra que hace suponer lo reservado del pronóstico del "enfermo".

Pero, no está muerto quien pelea! La voluntad y movilización ciudadana puede ser la medicina maravillosa que lo rescate de esa condición para colocarlo nuevamente en su sitio de privilegio: El de ser la única y última sala que queda para dar testimonio de la época de gloria del cine, y continuar siendo parte del patrimonio histórico edilicio de la ciudad.

Para enterarte qué estamos haciendo para salvarlo, ingresá a:
http://doctorgen.blogspot.com/

Vos podés ayudar haciendo difundir esta propuesta, sólo tenés que poner una pequeña imágen en tu blog, no se te cumplirán 3 deseos ni tendrás 10 años de buena suerte, pero tal vez te sientas bien sabiendo que vos también ayudaste!
Gracias!

13/3/07 11:50 p. m.  

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